Un empleado de prisiones contactó con la Oficina para informar de que los presos adultos de toda la provincia no podían votar en las elecciones provinciales que se celebraban aquel mismo día.
Un representante del Ombudsman de Nueva Escocia, Dwight L. Bishop, se puso en contacto inmediatamente con el director general del Instituto Electoral, quien le manifestó que dada la premura de tiempo no sería posible establecer colegios electorales en las cinco prisiones en el día mismo de las elecciones. Se puso en marcha una investigación por iniciativa propia para impedir que una situación similar pudiera repetirse.
La investigación descubrió que aunque el Instituto Electoral de Nueva Escocia redactó un folleto específico para los presos, en el que se exponía cómo emitir el voto por escrito, se produjo un retraso y la información no llegó a tiempo para las elecciones a los centros penitenciarios.
El Ombudsman recomendó que los protocolos provinciales para proceder a las votaciones en los centros penitenciarios provinciales se redactaran conjuntamente entre el Instituto Electoral de Nueva Escocia y los Servicios Penitenciarios del Departamento de Justicia. La recomendación fue aceptada y puesta en práctica.
Fuente: Informe annual 2009/10