Los derechos humanos son la base sobre la que se sustentan la libertad, la paz, el desarrollo y la justicia, y constituyen uno de los pilares de la labor de las Naciones Unidas en todo el mundo.
Las leyes de protección y promoción de los derechos humanos son indispensables, pero, con frecuencia, el progreso depende de las personas: mujeres y hombres valientes que luchan por proteger sus derechos y los derechos de los demás y se empeñan en hacer de los derechos una realidad en la vida de las personas.
Este año, dedicamos la celebración del Día de los Derechos Humanos a los defensores de estos derechos.
Se trata de un grupo muy variado de personas. Algunas pertenecen a organizaciones de la sociedad civil, otras son periodistas o incluso ciudadanos particulares que se deciden a actuar tras presenciar abusos que los afectan directamente.
A todas ellas, sin embargo, las une el compromiso de denunciar los abusos, proteger a los más vulnerables y poner fin a la impunidad. Estas personas tienen el coraje de levantar su voz contra las injusticias, hoy en día incluso por Twitter, en nombre de la libertad y la dignidad humana.
Los defensores de los derechos humanos desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la discriminación. Investigan las violaciones y ayudan a las víctimas a obtener justicia y apoyo.
Con demasiada frecuencia, su trabajo los coloca en una situación sumamente arriesgada.
Muchos defensores de los derechos humanos sufren acoso, pierden su trabajo o son injustamente encarcelados. En muchos países, son agredidos, torturados e incluso asesinados.
Sus familiares y amigos también son objeto de acoso e intimidación.
Las mujeres defensoras de los derechos humanos corren riesgos adicionales, y por lo tanto necesitan más apoyo.
Este Día de los Derechos Humanos representa una ocasión para rendir homenaje al coraje y los logros de los defensores de los derechos humanos en todo el mundo, y para comprometernos a hacer más por proteger su labor.
Los Estados son los principales responsables de proteger a los defensores de los derechos humanos. Pido a todos los Estados que garanticen la libertad de expresión y de reunión que hace posible que estas personas desempeñen su labor.
Cuando la vida de un defensor de los derechos humanos corre peligro, todos debemos sentirnos menos seguros.
Cuando se hace callar a estas personas, la justicia misma queda aniquilada.
En este Día de los Derechos Humanos, hallemos inspiración en quienes luchan por hacer un mundo más justo y recordemos que todos, independientemente de nuestro origen, experiencia o educación, podemos ser defensores de los derechos humanos.
Utilicemos ese poder. Seamos cada uno de nosotros un defensor de los derechos humanos.