Este 13 de octubre, el Centro de Asistencia a la Víctima y al Testigo del Delito cumple 3 décadas de vida. A lo largo de estos años el CAV, creado por ley provincial Nº 11202, se ha consolidado como una institución que brinda un conjunto de respuestas diferenciadas del resto de las organizaciones estatales. Su estructura, modo de funcionamiento y la interacción tanto con la gestión pública como con la administración de justicia, ha permitido un abordaje integral y una lectura compleja de las problemáticas con las que nos enfrentamos a diario.
El CAV interviene por iniciativa de la propia víctima, a solicitud de sus representantes, familiares o testigos, a requerimiento de otras áreas de la Defensoría del Pueblo o en virtud de consultas y solicitudes de otras organizaciones e instituciones.
Las problemáticas que se abordan desde el CAV comprenden una gran diversidad de temas que en muchas ocasiones revisten gravedad y un alto nivel de complejidad, entre los que sobresalen las cuestiones que se vinculan con violencia contra las mujeres, violencia contra LGTBIQ+, abuso sexual, violencia laboral, abuso institucional, maltrato a las personas adultas mayores.
El CAV brindará asistencia y contención a toda aquella persona que por sus características subjetivas o por la situación que hubiere padecido o estuviere atravesando se considere “víctima” de lo que le ocurre.
El Centro de Asistencia a la Víctima interviene ofreciendo un abordaje con perspectiva de género, un espacio de contención, de escucha integral e interdisciplinaria que apunte al logro de una autonomía responsable y a la toma de decisiones más acordes al ejercicio de los derechos con los que cuenta la “víctima”.
La perspectiva de género y de diversidad es un compromiso asumido desde lo personal, profesional y desde lo institucional con el objeto de trabajar para construir relaciones de género equitativas y justas. Es un concepto de análisis para explicar las relaciones de poder entre las personas, construido para demostrar que las diferencias de género no derivan de lo biológico sino de lo cultural y social. Asimismo es nuestra intención compartir la convicción de que no basta un reconocimiento normológico de los derechos de las víctimas de violencia de género para cambiar su realidad, sino que imprescindible que se las asista, asesore, represente y se las acompañe en el reclamo delos mismos.
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Fuente: Defensoría del Pueblo de la Provincia de Santa Fe, Argentina