El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer en homenaje a las mujeres que murieron en reclamo por mejores condiciones de trabajo y como símbolo de la lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
Si bien las mujeres a lo largo de la historia hemos avanzado en conquistar muchos de nuestros derechos económicos, políticos y sociales, gracias a la lucha por la incorporación de legislación específica y de medidas de acción positiva para garantizar la igualdad real de oportunidades y de trato entre varones y mujeres, todavía hoy siguen existiendo desigualdades, discriminaciones y conductas violentas contra las mujeres que impiden avanzar en el desarrollo y la paz, y que limitan el goce y el ejercicio pleno de sus derechos.
Aún hoy, hay cientos de miles de mujeres víctimas de la trata y el tráfico humano; trabajadoras que por idénticas tareas perciben salarios inferiores a los varones; mujeres con baja participación en los altos cargos donde se toman las decisiones importantes. La violencia con sesgo de género crece día a día y arroja cifras alarmantes de mujeres muertas como consecuencia de la violencia ejercida contra ellas, la que se agrava y se potencia en mujeres migrantes y refugiadas, como así también en situaciones de conflictos armados.
En Argentina como en muchos lugares de Latinoamérica quedan temas pendientes de resolver, por los que tenemos y debemos seguir trabajando estratégicamente en la agenda pública con el fin de reducir las desigualdades de género.
El derecho al aborto: la deuda de la democracia
Mientras el Congreso de la Nación Argentina rechaza el proyecto de ley de interrupción voluntaria de embarazo, el Estado debe garantizar el acceso al aborto legal contemplado en el Artículo 86 de Código Penal. Sin embargo, las deficiencias o ausencias en los protocolos de los sistemas de salud, sumado a las respuestas de algunos tribunales de justicia continúan generando barreras insuperables para asegurar el acceso al derecho al aborto, en los términos de la sentencia de la Corte Suprema en el caso FAL.
Violencia contra las mujeres: más muertes, pocas políticas
Aún sin contar con datos oficiales sobre la dimensión de las diversas formas de violencia que sufren las mujeres, la información que se recaba de las publicaciones en los medios de comunicación gracias al trabajo de la sociedad civil parece indicar que se trata de un problema que está lejos de erradicarse. Así y todo, Argentina no tiene un Plan Nacional contra la violencia, aun cuando la Ley de Protección Integral fue aprobada hace casi 5 años. Las investigaciones muestran que sin políticas públicas coordinadas, transversales y adecuadamente financiadas, las iniciativas seguirán siendo parciales e insuficientes.
Las mujeres en lugares de decisión: participación social y política de las mujeres
A 35 años de democracia los avances han sido significativos, y la participación social y política de las mujeres ha crecido considerablemente. Sin embargo, la presencia de mujeres en lugares de decisión sigue siendo escasa y requiere una vigilancia activa para que se cumplan las normas de cupo previstas en la legislación nacional y local, por lo que debemos seguir reclamando la participación plena de las mujeres en todos los lugares de poder, tanto en ámbitos políticos como sociales y económicos.
El Uso del Tiempo
Las mujeres dedican más del doble de tiempo que los varones a las tareas de cuidado de las personas de sus familias, resignando espacio para el desarrollo de sus oportunidades educacionales y laborales. En un altísimo porcentaje (el 80% de los hogares de la ciudad de Buenos Aires), el trabajo de cuidado de los niños y niñas menores de 13 años, cuando están en el hogar, recae exclusivamente en las mujeres, y a eso, muchas veces, le debe añadir el cuidado de sus propios progenitores.
Esta injusta distribución del cuidado repercute en la profundización de las desigualdades de género y se agrava según la situación socioeconómica de las mujeres, dejándola en condiciones de mayor vulnerabilidad si su pareja se disuelve, y más aún si es víctima de violencia doméstica.
Con todo, nos unimos a las celebraciones mundiales en ocasión de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, e instamos a seguir trabajando colectivamente en la promoción de prácticas más incluyentes y representativas a fin de lograr una mayor participación de las mujeres en la vida política y social, como así también en la eliminación de la violencia de género y contra todas las formas de discriminación para alcanzar la igualdad real de oportunidades y de trato. Sólo así podremos vivir en sociedades más justas, inclusivas e igualitarias.
Lic. Gabriela A. Moffson
Directora de la Mujer
Instituto Latinoamericano del Ombudsman - Defensorías del Pueblo (ILO)