El expositor encargado de dar apertura formal al último panel del 2° Congreso Latinoamericano de Justicia Restaurativa fue el experto del Roster de Prevención de Conflictos y Diálogo Democrático para América Latina del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Cesar Rojas, se refirió al perdón y señaló que este “buscar es generar una profunda alquimia humana en los seres humanos, que puedan conjurar el dolor que llevan dentro”, y culminó: “Se espera que la justicia restaurativa pueda recuperar la interioridad de esos seres humanos dañados, lastrados por el dolor y los pueda nuevamente recuperar, reponer, reparar y habilitar hacia la vida”.
Posteriormente, y continuando con el panel de expositores, hizo uso de la palabra Glaucía Foley, quien es coordinadora del Programa de Justicia Comunitaria del Tribunal de Justicia del Distrito Federal de Brasil, quien expresó que “las prácticas restaurativas no pueden limitarse a un instrumento de humanización de la justicia penal, sino deben combinarse con una perspectiva trasformadora del conflicto y no solamente de la transformación de las relaciones personales entre las personas involucradas”, y propuso el uso de la metodología de los círculos comunitarios “que permiten un análisis colectivo de las circunstancias en que surgen los conflictos, incluidos ahí en los que se encuentra la violencia estructural y también sus posibles formas de superarlos”.
A su turno, la referente de la Defensoría del Pueblo de Colombia, Paula Robledo, reflexionó: “El escenario que nos ha planteado la pandemia nos permitió aprovechar para la producción de nuevos conocimientos a partir de un diálogo respetuoso, donde la escucha y las reflexiones sobre las prácticas restaurativas enriquecen a una red de profesionales, de académicos y de funcionarios públicos, comprometidos en interpelar la indiferencia mediante una formación orientada en valores democráticos”.
Por último, y dando cierre a los paneles de expositores del Congreso hizo uso de la palabra el Director Centro Nansen para la Paz y el Diálogo (Noruega), Alfredo Zamudio, quien profundizó: “Hablamos de reencuentros y no de reconciliación en un proceso que comienza cuando las partes entienden que la historia quebrada se puede reconstruir y esto sucede en el momento que se da una verdadera escucha del otro”.
Luego de ello tuvo lugar la lectura de las conclusiones del Congreso, que estuvo a cargo de la coordinadora de Relaciones con los Ciudadanos de la Defensoría del Pueblo, Eleonora Avilés y de la representante de la Defensoría General de Lomas de Zamora y del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires, María de los Ángeles Pesado Riccardi.
Compartiendo Miradas y Experiencias
Anteriormente, en la mañana del viernes, se había llevado a cabo, con la coordinación de Mariana Apalategui, responsable del área de Mediación, Resolución Alternativa de Conflictos Penales y Justicia Restaurativa del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Lomas de Zamora, el último panel de Compartiendo Miradas y Experiencias, bajo la consigna “Políticas públicas y prácticas restaurativas en la justicia penal juvenil”.
El primero en tomar la palabra fue Martiniano Terragni, de la Fiscalía General de Política Criminal, Derechos Humanos y Servicios Comunitarios en el Ministerio Público Fiscal de Argentina. El también profesor universitario pidió: “Hay que evitar el reduccionismo que ha tenido la justicia juvenil en los últimos veinte años que implica centrarse en desde cuándo castigar a un niño y hasta cuándo hacerlo”. Asimismo, definió tres complejidades que debe abordar la justicia restaurativa: perspectiva de género, multiculturalidad y abordaje interdisciplinario.
Por su parte, Celia María Oliveira Passos, del Instituto de Soluciones Avanzadas de Brasil, se refirió a cómo concebir la justicia restaurativa con una visión a lo largo del tiempo y para ello lo dividió en cuatro olas: vista lineal, vista sistémica, vista holística y visión integrativa. “La justicia restaurativa invita a reflexionar sobre la construcción de relaciones en las dimensiones personal, institucional y social. Son tres ejes que nos ayudan a actuar siguiendo los principios y valores de la justicia restaurativa”.
A su turno, Marcela Kern, de la Defensoría de Responsabilidad Penal Juvenil del Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires, reseñó: “Desde año 2016 empezamos a hacer, casi sin darnos cuenta, justicia restaurativa con los adolescentes. Hoy considero que esta no solo es una herramienta indispensable para alcanzar acuerdos, sino también para un proceso de sanación individual de los jóvenes”.
Luego fue el turno de Mariela Prada, defensora de Responsabilidad Penal Juvenil y profesora de Universidad Nacional de Lomas de Zamora, sentenció: “Cuando la gente dice que no hay justicia es porque la justicia tradicional no está dando las respuestas que los hombres y mujeres necesitan. No podemos continuar intentado responder con nociones jurídicas y matemáticas a un problema social”.
Posteriormente tomó la palabra Lácidez Hernández, de la Confraternidad Carcelaria de Colombia, quien relató el trabajo que se realiza en los penales con los condenados por hechos violentos en esa nación signada por los conflictos armados. “La Confraternidad se inspira en la justicia restaurativa. En Colombia ha costado llevar adelante un proyecto de paz, de diálogo y de respeto a los derechos humanos. La violencia ha sido cíclica. Simplemente cambia de rostro."
Finalmente, Mónica Contreras Cabrera, coordinadora Nacional Unidad de Mediación de la Superintendencia de Educación de Chile, concluyó: “La justicia restaurativa en Latinoamérica y el elemento comunitario están en evolución y tienen que tomar un camino propio y diferente, teniendo en cuenta un aspecto más social y político. En Latinoamérica hay muchas injusticias sociales y la justicia restaurativa debe ser capaz de dar respuesta en este contexto”.
Source: Defensoría del Pueblo de la Provincia de Santa Fe