La síndica de greuges de Cataluña, Esther Giménez-Salinas, acompañada por el adjunto general, Jaume Saura, ha entregado a la presidenta del Parlamento, Anna Erra, el Informe anual al Parlamento de la institución correspondiente al año 2023.
Con la voluntad de que la institución del Síndic de Greuges se convierta en una herramienta transformadora de la Administración y sus políticas públicas, el informe de este año no recoge solo la actividad interna de la institución, sino que contiene también un análisis de los principales problemas que sufren las personas que viven en Cataluña y de la capacidad de las administraciones de darles respuesta.
Cifras destacadas
Este año, se han dirigido a la institución 17.992 personas y se han iniciado 21.938 actuaciones, entre quejas, consultas y actuaciones de oficio. El número de quejas recibidas se ha estabilizado en torno a las 10.000 anuales, después del incremento experimentado durante la pandemia.
Un año más, las políticas sociales –especialmente las de educación, servicios sociales y salud– constituyen el principal ámbito de intervención de la institución, ya que representan el 43,8 % del volumen total de quejas y actuaciones de oficio iniciadas. Esta cifra señala la dificultad que tienen las administraciones públicas para dar respuesta de forma adecuada a las necesidades sociales de la población.
Los cinco principales cambios que se han producido en Cataluña
El informe aborda los cinco principales cambios sociales que afectan a Cataluña y los retos que plantean para las políticas públicas.
En primer lugar, la población de Cataluña ha aumentado en casi 2 millones de personas desde el año 2000, con un incremento del 27,8 %, y se sitúa entre los países con un crecimiento demográfico más elevado a lo largo de las dos últimas décadas. Este crecimiento demográfico ha comportado inevitablemente un aumento de la presión asistencial sobre los diferentes programas y servicios públicos. Por ejemplo, en 2023 se ha constatado una falta de personal docente suficiente (el 15 % de bajas no han sido sustituidas), y también de personal médico de diferentes especialidades.
En segundo lugar, destaca el hecho migratorio y el reto de la cohesión social. Una parte muy significativa de este crecimiento poblacional ha sido protagonizado por personas de origen migrante procedentes del extranjero (el 71,2% del total). De hecho, hoy, el 16,3% de la población catalana tiene nacionalidad extranjera.
El modelo de integración actual no garantiza la equidad y la cohesión social, por lo que la población de origen migrante tiene un acceso desigual a las oportunidades de bienestar social.
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Fuente: Síndic de Greuges de Catalunya, España