ESPAÑA | Debemos acercar la institución a aquellas personas que todavía no la conocen

La síndica se ha comprometido a implementar una nueva forma de recoger los datos para detectar a los colectivos que aún no conocen la institución.

Más allá de las quejas, se quiere actuar con vocación transformadora, y con la óptica de la justicia restaurativa y social.

La síndica de greuges de Cataluña, Esther Giménez-Salinas, acompañada por sus dos adjuntos, Jaume Saura y M. Jesús Larios, ha comparecido esta tarde ante la Comisión del Síndic de Greuges del Parlamento para debatir el Informe al Parlamento, el informe anual de la institución correspondiente al año 2022.

El Informe al Parlamento refleja la actividad de la institución del año 2022, con los temas destacados y una serie de recomendaciones a las administraciones para mejorar la garantía de los derechos de las personas.

La síndica ha empezado poniendo sobre la mesa las cifras más remarcables: se han dirigido a la institución 18.068 personas y se han iniciado 23.527 actuaciones, entre quejas, consultas y actuaciones de oficio. En este punto, ha manifestado su voluntad de implementar un nuevo sistema de recogida de datos demográficos, de modo que la institución disponga de más información sobre el perfil de las personas usuarias. Estos datos aportarán asimismo información valiosa para detectar a los colectivos que aún no recurren a la institución.

Giménez-Salinas también ha hablado de la voluntad de conseguir que la institución se convierta en una herramienta más eficaz. En este sentido, de las más de 4.500 resoluciones emitidas con sugerencias y recomendaciones a la Administración, el 80 % se ha aceptado íntegramente, y el 19 %, de forma parcial. Si bien son unas cifras muy satisfactorias, la síndica constata que la Administración trabaja de forma reactiva, para solucionar los casos concretos que se le plantean. Por ello, ha declarado que quiere que la institución tenga una voluntad transformadora. Es necesario trabajar para cambiar verdaderamente las políticas públicas o los protocolos de actuación que no funcionan.

Ha destacado, a modo de ejemplo, dos logros recientes. Por un lado, en vivienda, la Agencia de Vivienda de Cataluña ha suprimido el requisito de acreditar unos ingresos mínimos para acceder a subvenciones para el pago del alquiler, un punto que perjudicaba especialmente a los colectivos vulnerables. Por otro, en educación, el Departamento ha avanzado la matriculación del alumnado de formación profesional al mes de julio para evitar el colapso de septiembre, como había pedido la institución del Síndic reiteradamente.

Al final de su intervención, la síndica ha hecho hincapié en los cuatro objetivos principales de su mandato, que guiarán a la institución en los próximos cinco años:

  • Trabajar con vocación transformadora: las quejas y actuaciones de oficio deben tener repercusión en la colectividad, y servir como motores de cambio de políticas públicas.
  • Llegar a los colectivos más vulnerables y, en particular, a personas en riesgo de exclusión social, niños, ancianos y migrantes.
  • Acercarse al territorio y trabajar en red con las entidades sociales, y de la mano de los síndicos locales.
  • Convertirse en un agente en la cultura de la paz. Así, bajo el paradigma de una justicia restaurativa y social, se está trabajando para incorporar el espectro que ofrecen las prácticas restaurativas, entre ellas la mediación.

 

Fuente: El Síndic de Greuges de Catalunya, España

 

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