Los sesgos de género, los estereotipos sexistas, se expresan en todos los ámbitos de nuestra vida (relaciones, deportes, fiestas, cultura, economía, trabajo, ocio, política, ciencia¿) e impactan especialmente sobre los cuerpos de las mujeres y niñas, sometidos a una auténtica presión social para ajustarse a unos cánones artificiales que los cosifica. Estos estereotipos sexistas perjudican, sin duda, especialmente a las mujeres y niñas, sometiéndolas a una enorme e injusta exigencia social para que cumplan con los cánones preestablecidos, atribuyéndoles, además, inexorablemente roles de sometimiento o de menor valor social. Pero, además, constriñen también la libertad de los niños y hombres para desarrollarse ampliamente como personas, en toda la riqueza que nuestra condición humana nos brinda. La superación de estos estereotipos, dañinos para mujeres y hombres, niñas y niños, forma parte del camino hacia la igualdad, que persigue lograr un mundo inclusivo y libre de sexismo y discriminación.
El Ararteko tiene la convicción de que los compromisos por la igualdad de mujeres y hombres que seamos capaces de asumir hoy determinarán la sostenibilidad social de nuestro futuro. Consiguientemente, se suma en ese sentido al mensaje de Naciones Unidas para este 8 de marzo, que proclama la igualdad de hoy para un mañana sostenible. Por ello, considera de especial relevancia el compromiso social y político que para Euskadi se materializará con la reciente aprobación por el Parlamento Vasco de la segunda modificación de la Ley vasca de Igualdad de Mujeres y Hombres. Se trata de una ley que sentará las bases para dotarnos de mejores herramientas capaces de dar respuesta a las demandas contemporáneas de las mujeres y a los nuevos desafíos que, en general, plantea la igualdad de género para nuestra sociedad vasca. Su efectiva aplicación permitirá avanzar de modo que, entre todos y todas, podamos forjar una sociedad justa e igualitaria para todas las personas.
Fuente: Ararteko, España