El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha reunido el 13 de abril 2023 con la síndica de greuges de Catalunya, Esther Giménez-Salinas, quien le ha entregado el Informe al Parlamento. Este informe recoge la actividad de la institución del año 2022, con los temas destacados y una serie de recomendaciones a las administraciones para mejorar la garantía de los derechos de las personas.
Del apartado de datos, la síndica se ha centrado en explicar que aunque el número de quejas recibidas es prácticamente igual al de antes de la pandemia (alrededor de las 10.000 anuales), el número de consultas sigue creciendo año tras año (9.987 en 2018 y 13.381 en 2022). De ello se desprende que muchas personas, especialmente las más vulnerables, se dirigen a la institución del Síndic de Greuges buscando información, asesoramiento y orientación, dado que les resulta difícil encontrarla en los servicios de atención de la Administración pública. También le ha trasladado su preocupación por el hecho de que el 45% de las quejas recibidas sean de políticas sociales, lo que muestra que el empobrecimiento de las familias empieza a ser una realidad.
Giménez-Salinas también ha manifestado la necesidad de hacer la Administración más ágil, más eficiente y, sobre todo, más cercana a los ciudadanos y más amable con las personas. En este punto la síndica ha subrayado la necesidad de simplificar los trámites administrativos y de trabajar para que la digitalización no sea un obstáculo para las personas más vulnerables, que a menudo sufren los problemas derivados de la brecha digital.
Por lo que se refiere a la institución del Síndic de Greuges, Giménez-Salinas ha hablado de la voluntad de conseguir que se convierta en una herramienta más eficaz. Aunque las cifras de aceptación de las recomendaciones hechas por la institución son buenas –más del 95% de las recomendaciones han sido aceptadas– la síndica constata que la Administración trabaja de forma reactiva, para solucionar los casos concretos que se le plantean. Por ello, ha declarado que quiere que la institución tenga una voluntad transformadora, de modo que las quejas y actuaciones de oficio tengan repercusión en la colectividad, y que sirva como motor de cambio de políticas públicas o protocolos de actuación. Sin embargo, para conseguirlo es necesario trabajar juntamente con las administraciones. En este punto, ha hablado de la necesidad de establecer unos canales de comunicación directos, fluidos y constantes entre el Síndic de Greuges y la Administración de la Generalitat, que faciliten que se actúe rápidamente cuando se detecten servicios o políticas que no funcionan de acuerdo con lo esperado.
La síndica también ha querido trasladar al presidente su voluntad de llegar a los colectivos más vulnerables y, en particular, a personas en riesgo de exclusión social, niños, ancianos y migrantes. Y también su voluntad de acercarse al territorio y trabajar en red con las entidades sociales, de la mano de los defensores locales.
Fuente: El Síndic de Greuges de Catalunya, España